Actualmente existen un gran número de mitos sobre el sexo que están muy instaurados en nuestra sociedad, pero que realmente no son ciertos. Normalmente solemos pensar que lo que nos dicen es verdad, de aquí que muchos de esos mitos hayan pasado de generación a generación y todavía sigan estando presentes en nuestra sociedad. Y es que, aunque la información nos llega con más facilidad, todavía solemos creer a ojos cerrados los principales mitos.
Por ese motivo hemos decidido crear este artículo. Nuestro objetivo es mostrarte mitos sexuales muy reconocidos en la sociedad, pero que realmente no son ciertos. Queremos abrirte los ojos y que comiences a ver la verdadera realidad sobre el sexo. En muchas ocasiones no hacemos cosas por el miedo que nos causan esos mitos y eso hace que nos perdamos cosas muy interesantes en esta vida.
1- Perder la virginidad cuanto antes es lo mejor
La presión social sobre la virginidad es muy fuerte. Los jóvenes se sienten forzados por el mito de que hay que perder pronto la virginidad. Eso hace que las personas que tienen problemas para perderla sientan presión para conseguirlo y la pierdan con cualquier persona.
Se suele pensar que todo el mundo debería perder la virginidad antes de los 18 o 20 años, pero realmente se puede perder a cualquier edad. No hay que tener prisa en perderla, lo importante es hacerlo con la persona adecuada para disfrutar de una buena experiencia. ¿Y eso porque sucede? Pues la respuesta es sencilla, sucede porque el concepto de virginidad realmente es erróneo tal y como lo conocemos.
Normalmente se tiende a pensar que la virginidad solo se pierde cuando se realiza la penetración. Teniendo en cuenta esa idea, no se pierde la virginidad si solo se produce sexo oral, es decir, una pareja de lesbianas nunca llegaría a perder la virginidad si no estuvieran con un hombre que las penetrara. Aun así, es fundamental tener la certeza de que la persona siempre debería perder la virginidad cuando quisiese, es decir, nunca se debería ver empujado a perderla si realmente no se siente preparado. Hay personas que la pierden a los 40 o incluso nunca y pueden seguir disfrutando de sus vidas.
2- El sexo tiene que ser espontaneo
Otra de las cosas que solemos pensar normalmente es que las relaciones tienen que surgir y no pueden ser buscadas. Pero eso realmente no es así. Al igual que comemos incluso cuando no tenemos hambre, el sexo se puede tener en cualquier momento, es decir, no siempre tiene porque ser espontaneo.
Se ha demostrado que las personas que tienen este tipo de visión del sexo corren mucho peligro de no disfrutarlo realmente. Eso se debe a que hay que ponerle fecha y hora y en consecuencia cualquier imprevisto puede provocar que no se disfrute de ese gran placer natural. Por ese motivo, es importante aprender a tener relaciones sexuales preparadas como espontaneas. Así podemos tener cierta expectación y en consecuencia los resultados serán más profesionales.
3- El tamaño del pene importa
Es uno de los grandes mitos que nos rodean y realmente no es así. Muchos hombres se preguntan si realmente el tamaño importa a la hora de satisfacer a sus parejas y se ha demostrado que no es así. Muchas encuetas han demostrado preguntando a las mujeres de manera anónima si realmente el tamaño las ofrecía más placer y la respuesta casi siempre fue la misma. El tamaño realmente no importa.
Preguntando a los expertos, también han coincidido con los resultados de las encuestas, el tamaño del pene realmente no va relacionado con el placer que puede obtener una mujer en una relación sexual. Eso se demuestra en que la sensibilidad de la vagina y ano no se encuentran en lo más profundo, sino que se encuentran en el exterior. Por ejemplo, en la vagina el punto de más sensibilidad se sitúa justo en el tercio exterior.
Por ese motivo se ha demostrado que los hombres realmente se preocupan por el tamaño de su pene por el mito. Ese mito dice que cuanto más grande, más fácil es satisfacer a la mujer. Es verdad que a algunas mujeres un pene grande les provoca más excitación, pero uno más pequeño realmente no cambia la experiencia. Los expertos nos han comentado que siempre que sea superior a los 8cm en erección es más que suficiente para satisfacer a la mujer. Es más, muchos estudios han demostrado que un pene demasiado grande puede ser contraproducente. No solo el hombre tendrá más problemas a la hora de moverse, sino que la mujer puede sufrir dolor por un exceso de tamaño. Si olvidamos el mito, podemos concluir que un tamaño medio es la mejor opción.
4- El sexo anal solo es para los homosexuales
Otro de los mitos que se han demostrado que es falso. Hasta hace poco, las personas que querían disfrutar de sexo anal rápidamente eran calificados como homosexuales. Por suerte, la sociedad está evolucionando y nos estamos dando cuenta de que este mito realmente no es así. Un hombre muy masculino puede disfrutar del sexo anal y no ser homosexual.
El mito ha sido surgido por el desconocimiento a la hora de disfrutar de la estimulación anal. En el pasado siempre se ha tenido miedo a ese tipo de penetración por miedo al dolor y sobre todo a descubrir tendencias ocultas. Pero ahora ya sabemos que es un tipo de sexualidad que ayuda disfrutar de un extra de placer junto a sus parejas. Además, se ha demostrado que los hombre tienen el punto G en el ano, es decir, para disfrutar del verdadero placer siempre habría que disfrutar de la penetración o estimulación anal. Por ese motivo, hay que quitarse la idea de las creencias homófobas y estar dispuestos a experimentar. La mejor manera de disfrutar de nuevos placeres es experimentando. Si hacemos caso a los mitos, nos vamos a perder placeres que de otra manera no podremos disfrutar nunca.